sábado, 17 de septiembre de 2022

Back again from lost to love

De nuevo aquí escribo, sola. No del todo. De nuevo por mis venas, extendiéndose lentamente, el veneno

Mil veces lo he saboreado mezclado con mi saliva; lo he olido confundido entre otros olores; lo he visto haciendo las imágenes borrosas. El color: verde suave. Verde ponzoña. Es fácil saber dónde descansa.

Viene y se va. La mancha se queda. La eterna mácula. 

Quema. No como el fuego del deseo puro, no como la necesidad de justicia, no como el amor verdadero. Quema como queman las cosas que destruyen a su paso y desfiguran. 

 

D es f ig u ra d a

 

Retrato:

Un espíritu que siempre ha necesitado navegar y alcanzar el Horizonte, el brazo extendido hacia lo Invisible... pero que, en el fondo, sabe que no merece ser impulsado por el Viento.

La razón sola sólo logra mantener a raya este veneno por un tiempo. Si descanso los ojos, si me siento con los pies en alto, si me paro en un cruce de caminos, regresa. 

Sueños reflejos que absorben a otros, huyendo siempre de la guerra, de la persecución y la matanza. Perdiendo siempre. Sueño por seguir soñando.

Vomitaría todo lo que sé y lo que tengo si supiera que pudiera sacarlo, perderlo de vista. Esta sombra todo lo toca justo después de haberlo tocado yo primero. Juez y verdugo sesgados, transforman mi amor, mi coraje y mis logros en desechos. Una sala de trofeos perdida en la psique; es el veneno quien tiene la llave.

Lo veo. Lo siento. La cara oculta de la Luna. Las profundidades del Océano. Todo eso y más, y al final, la Nada. 

Bailar con los brazos abiertos, los ojos hacia las estrellas, los pies moviendo la tierra...

Como siempre, luchando a oscuras y a plena luz del día, con magia o con mis propias garras, una batalla que durará eones. Lo presiento. 


Sola,

una vez más,

escribo.